¿Qué significa ser una empresa formal?

¿Qué significa ser una empresa formal?

Existen muchas visiones, definiciones y clasificaciones acerca de lo que es una empresa (unidad económica) formal, en contraste con una que opera en la economía informal. Para la OIT, una empresa es considerada como perteneciente al sector informal cuando es una empresa no registrada o empresa privada pequeña no constituida que realizan actividades no agrícolas y cuya producción de bienes o servicios es para la venta o el trueque, al menos en parte (OIT, 1993).

Para este Proyecto, se utiliza una definición más operativa y dinámica que parte de una visión progresiva de un proceso continuo de cumplimiento de etapas y pasos ante diferentes entidades gubernamentales según las obligaciones que cada Estado impone a las empresas. Para el Proyecto lo esencial no es clasificar a una empresa como “formal” o “informal”, sino de asesoría para un tránsito progresivo y por etapas de menores a mayores nivel de formalización, especialmente para las empresas operan en la sub-formalidad: aquéllas que ya cumplen con algunos requisitos formales, típicamente contar con su registro comercial y tener un permiso de operación municipal, pero que aún no cumplen, en buena parte por desconocimiento, con las obligaciones tributarias y especialmente las laborales y de seguridad social cuando tienen personas trabajadoras a su cargo y con las cuales existen una relación laboral típica de trabajo, ya sea que exista o no un contrato por escrito.

Por tanto, la formalización de micro-negocios se entiende, para efectos de este Proyecto, como un proceso gradual, progresivo e incremental con niveles intermedios y sucesivos de formalización, dejando la visión binaria tradicional: formal o informal. Por ello, cada avance en los registros, por mínimo que sea, se considera positivo (avance) para alcanzar empresas plenamente formales. Bajo esta lógica, el proyecto de formalización toma como referencia la experiencia del ¨Programa de crecimiento empresarial para la formalización¨ realizado en Colombia con apoyo del BID-FOMIN 2018, en el cual el grado de formalidad se calcula para cada empresa reconociendo que las obligaciones se cumplen en distinto orden según la naturaleza del negocio –y  según se materialicen beneficios para su operación-, es decir, dependiendo del sector en el que se desenvuelvan,  el nivel de desarrollo, el tipo de clientes y proveedores, el perfil del empresario y la exposición física.

Respecto a la relación laboral de un trabajador y una empresa, así como los derechos laborales y de seguridad social que se derivan, forman para la OIT el criterio final determinante para definir un empleo informal o formal, reconociendo que puede existir un empleo informal bajo una empresa formal o informal*. Por ello, para fomentar empleos formales, necesariamente deben fomentar empresas plenamente formales: aquélla que está debidamente constituida ante el Registro Mercantil, que tiene el permiso de operación municipal y sanitario si es del caso, que está registrada y cumple con las obligaciones tributarias, y que, además, si tiene personas bajo su cargo, se cumplan los criterios para ser consideradas asalariadas, se les respetan todos los derechos laborales y estén debidamente registradas ante la Seguridad Social.

*Empleo informal: Hace referencia a todos los trabajos informales que se encuentren en empresas del sector informal, empresas fuera del sector informal o en los hogares (OIT, 2003).

Es evidente que cumplir con todas estas obligaciones conlleva un costo, en muchos casos principalmente de tiempo.

Por eso, el proyecto, por medio de este programa de formalización gratuito, les ofrece a los negocios primero la asesoría especializada para mejorar su negocio y hacerlo productivamente más fuerte para que sea más eficiente al aumentar sus ganancias y disminuir sus costos, y que esto le permita tener más ingresos disponibles para cubrir los costos que conlleva la operación en la economía formal, y que su operación sea sostenible.

Reconociendo lo anterior, también es cierto que operar en la economía formal conlleva múltiples ventajas que, en su conjunto, superan los costos de entrada:

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El más importante tiene que ver con hacer las cosas bien, correctamente, según las reglas del juego para todas las empresas. Significa la tranquilidad de saber que soy dueño o dirijo una empresa orgullosa de cumplir con las reglas del juego.

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Un segundo beneficio de operar en la economía formal es que puedo recibir el apoyo y la protección que ofrece el Estado, por ejemplo, en épocas de crisis como en la actual pandemia. Significa tener el derecho de recibir asistencia técnica y financiera por parte de las entidades públicas, de tener acceso al crédito en mejores condiciones que las que se ofrecen en el mercado informal (con tasas de interés mucho más altas y plazos muy cortos, con créditos insostenibles o de usura). Además, permite contar con un soporte ante cualquier emergencia y asistencia médica, es decir, saber que si me enfermo tengo derecho a una incapacidad subsidiada por el Estado, tengo derecho a recibir asistencia médica y que a cierta edad recibiré una pensión que me permitirá recibir un ingreso.

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Operar en la economía formal significa tranquilidad y seguridad para la empresa, sus propietarios, las personas que ahí trabajan y sus familias. Porque no hay nada más valioso en la vida que la tranquilidad, la seguridad, la salud y la protección. En el mediano y largo plazo, principalmente, operar en la economía formal es un excelente negocio porque le permite al empresario tener más probabilidad de crecer, de manera sostenible y segura.

¡No es tan complicado formalizar tu empresa como parece, y con la ayuda de esta guía será mucho más fácil!

 

Claro que existen pasos y requisitos que tienes que completar para funcionar como una empresa formal para lo cual esta guía práctica y el programa de formalización con CAMARASAL te asesorarán en las diversas etapas, lo cual te permitirá ahorrar tiempo y dinero.


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